Entrar a un ger es una sensación especial, es entrar en la intimidad de una familia, están las fotos en el espejo, las maletas, el fuego en el centro, ese olor característico entre humo y cordero y esa sensación de no querer meter la pata, jejeje. Las costumbres son sagradas, siempre se entra hacia la derecha, las mujeres con las mujeres y los hombres con los hombres, no se ponen los pies hacia las personas y el té se coge con las dos manos. jejeje y así un montón de costumbres que tuvimos que ir aprendiendo.
Bueno creo que va siendo hora de presentarnos, el primero de la foto soy yo (el burro delante para que no se espante), la siguiente es Sonia, a continuación Txesmi y por último Aitor (ya os habaré de ellos más adelante, jejeje )